“El sabio no da las respuestas correctas, el sabio plantea las preguntas correctas.”
– Claude Levi-Strauss

Hoy tengo una pregunta muy importante para que te hagas a ti mismo – y la compartas conmigo si quieres- pero primero me gustaría comenzar con mi propia historia, porque…

Las preguntas correctas pueden Cambiarlo todo

A los 23 años me encontraba estudiando Ingeniería Técnica en Informática de Gestión en la Universidad de Valladolid. Por aquel entonces me sentía bastante descontenta con el rumbo de mi vida. La universidad no era lo que yo había esperado cuando era adolescente.

De niña y adolescente fui muy buena estudiante, mis notas eran sobresalientes, por lo que las expectativas sobre mi futuro académico eran elevadas.

Sin embargo, la vida más tarde me retó a decidir entre cumplir la expectativa familiar de llegar a ser una profesional de la informática o descubrirme a mí misma a través de abandonar el camino esperado y recorrer el sendero desconocido.
La pregunta que me hice entonces:

¿Qué prefiero? : Seguir en un lugar que no me gusta, estudiando sin ilusión, quejándome de los profesores todo el tiempo, o por el contrario dejar los estudios un tiempo y plantearme vivir un nuevo desafío en mi vida, que me saque de mi zona de confort y me permita recobrar la ilusión.

Esta pregunta durante mucho tiempo estuvo oculta incluso para mí misma, no me atrevía a hacérmela, porque estaba muy “cómoda” y “segura” en ese estado de hacer lo que se suponía que debía hacer: estudiar una carrera y esperar a acabarla algún día del futuro, para entonces dedicarme a buscar un trabajo en el campo de mi profesión.

Pero… llegó un momento en que la pregunta estalló dentro de mí y ya no pude ignorarla, era tan infeliz con mis estudios que apenas aprobaba los exámenes.

Así que escuché por fin a mi corazón y me armé de valor, tomando la decisión de darme de baja de la universidad y mudarme a Madrid para probar vivir nuevas experiencias, que me despertaran de ese letargo en que me estaba consumiendo…
Ya tenía un título de Formación Profesional en desarrollo de Aplicaciones Informáticas y al cabo de un par de meses en Madrid conseguí trabajar como programadora en una empresa que desarrollaba software.

Comencé a hacer ese trabajo con motivación y ganas de superarme a mí misma. No obstante, tras poco más de un año en esta empresa, algunas circunstancias me hicieron replantearme nuevamente mi camino de vida…

Me enamoré de un chico que vivía en un país extranjero, mi hermano y su mujer decidieron dejar el trabajo y crear su propia empresa y yo concluí dejar mi trabajo, irme a vivir al país de ese chico y comenzar a trabajar con mi hermano y Naylín en Soluciones4Web.com

Durante los siguientes dos años me dejé llevar por la corriente y volví a zambullirme en mi zona de confort 🙁
Colaboraba con mi hermano y Naylín en Soluciones4Web en temas de desarrollo web y consultoría de marketing online, no me sentía demasiado realizada con lo que hacía, pero me justificaba a mí misma diciéndome que tenía libertad de horario, que no tenía jefes y que podía hacer lo que quería.

Creía que mi destino profesional estaba en asesorar sobre marketing online, hasta que una noche de diciembre de 2012, una nueva pregunta puso mi mundo patas arriba.

La Pregunta que lo Cambió todo

Aquella noche estaba navegando en Internet, buscando respuestas a mi insatisfacción, a esa sensación de que algo esencial me faltaba.

Una búsqueda me llevó a otra, y de repente me encontré con el blog Live Your Legend, del joven norteamericano Scott Dinsmore.

Con avidez leí varios de sus artículos sobre lo que era encontrar tu Pasión y hacer un trabajo que amaras, leí historias auténticas de personas que estaban cambiando el mundo desde sus dones y talentos únicos.

Aquella forma de entender el trabajo, como una contribución de amor a los demás, como una forma de auto conocimiento y plenitud, fue muy reveladora para mí.

La Pregunta que lo cambió todo fue:

¿Cuál es mi verdadera Pasión? ¿De qué manera puedo yo servir mejor al mundo?

Decidí entonces que aquella cuestión era primordial en mi vida, y me empeñé en buscar la respuesta hasta encontrarla.

En un inicio no sabía cuál era mi pasión, pero mi intuición me decía que la encontraría en el camino. Mientras tanto, trabajaría poniendo lo mejor de mí en cada tarea y observaría las formas en que mejor podía ayudar a la gente.

Fue así como inicié una de las experiencias más reveladoras que he tenido, un proceso de autoconocimiento para explorar mis fortalezas, mis motivaciones y experiencias.

Decidí que quería a hacer algo realmente significativo para mí y para otras personas, quería levantarme emocionada y vivir acorde con mi esencia.

Esta es la razón por la que hoy existe mi marca personal y hago esta labor con todo mi amor.

Fue la búsqueda de la respuesta para estas preguntas, las que dieron lugar a esta Revolución de Amor para ayudar a personas en distintos lugares del mundo a conectar con su propósito y trabajar en su pasión.

Hace casi 4 años, que esta búsqueda incesante provocó que todo cambiara. Y todo comenzó con una simple pregunta, que me hizo reflexionar.

Todos tenemos nuestra propia Pregunta – Justo Ahora

Muchas preguntas pueden ser similares, pero cada uno de nosotros tiene preguntas que son únicas para quienes somos y dónde estamos en este instante de nuestras vidas.

En primer lugar, deben ser identificadas, luego respondidas para que sigamos avanzando.

Así que, ¿Cuál es tu pregunta Ahora?

Justo ahora, una pregunta que necesitas responder para acercarte a marcar la diferencia que tú quieres marcar, para superar ese reto que está ahí, para encontrar un trabajo que de verdad te emocione, para poner al servicio de los demás tus dones únicos.

Porque una vez que sabes qué necesitas, puede que te des cuenta que la persona y los medios que pueden ayudarte están más cerca de ti de lo que imaginas.

El desafío está en que habitualmente no nos tomamos el tiempo para identificar esa pregunta, para estar solos, o para conectar con la gente que nos ayudará a hallarla.

Lo sé, preguntarnos a nosotros mismos y a los demás a veces nos da miedo.

Y esta es la razón por la que postergamos o ignoramos la llamada de nuestro espíritu.

Ahora es importante que mires hacia dentro y te escuches, para que encuentres las preguntas correctas. Una vez que las encuentres exteriorízalas, porque cuando nos admitimos a nosotros mismos y al mundo que estamos enfrentando un desafío, que tenemos dudas, que necesitamos ayuda, los recursos para salir adelante aparecen.

Sí, ya sé que sería más fácil seguir sordos a las llamadas de nuestro corazón. Pero, ¿qué clase de vida es esa?
Me imagino que no una en la que tengas algún tipo de interés si estás leyendo este artículo.

Esto es lo que te pido hoy. Date el espacio para preguntar.

¿Cuál es la pregunta que te encantaría tener la respuesta para poder dar el próximo paso?

Probablemente no sabes cuál es tu pasión, cuáles son tus dones, o tal vez no sabes cómo dejar un trabajo y comenzar a emprender, tal vez no sabes qué proyecto de emprendimiento elegir entre las posibilidades que tienes o cómo cambiar tu entorno para rodearte de gente más apasionada.

Sea lo que sea, ahora es tu momento de hacer preguntas, de ser honesto contigo mismo.

Dinos en los comentarios, cuál es tu pregunta. El mero hecho de compartirla, de abrirte a la ayuda de los demás, de reconocer tus dudas y necesidades, activa los mecanismos de respuestas de la sabiduría universal que atraerá la respuesta correcta a tu vida, sólo deberás estar atento y consciente para poder revelarla.

Con Amor,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *